- Este es mi sabor, ahora quiero que me llenes del tuyo. -Creo que no puedo aguantar. Dije entrecortado. - ¿Donde quieres correrte? - Donde tú quieras. - Dame tu leche aquí, volvió a meterse la polla en la boca hasta la garganta. - Toma mi leche.
Exploté en una eyaculación increíble. Ana seguía chupando con más ganas, mi esperma rebosaba por la comisura de sus labios. Abrió la boca y descargó sobre mi vientre. Se quedó mirándome, en sus labios había restos de mi orgasmo.
- ¿Quieres conocer tu sabor? Se acercó y me besó de una forma apasionada. - ¡Me has vuelto loca!
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