miércoles, 8 de julio de 2009

vestidas de colegialas

La penetré durante un buen rato, le agarraba los senos y ella solo se estremecía y me dice, quiero que te vengas, en mi cara, se echa de espalda, con su cabeza al lado de la de mi mujer y le acerco mi pene rojísimo, me puse sobre ella con mis piernas alrededor de su cuello y la penetraba por la boca, ella estaba como poseída, sentí que me venía y un gran calor salió de mí, una descarga de leche directo a la garganta de ella que se lo tragó todo y lo que quedó en su boca, se incorporó para con un beso dármelo en la boca, se levantó agarró sus cosas y de puntitas salió de la habitación.

Me quedé solo, me puse un calzoncillo busqué que no quedaran huellas, me acosté y me quedé dormido, ya eran las 4 AM. Me desperté a las 11 am. Casi simultáneamente con mi esposa, ella sólo se quejaba del dolor de cabeza, y que nunca más tomaría y esas cosas, me dice, tuve un sueño raro, pero no se acordaba, yo le dije ayer que llegamos mientras estabas ebria, me puse a jugar contigo, “¿y qué me hiciste?” “¿qué crees?” “eres una basura” ¡que ni me acuerdo! Si “pero eso no decías ayer” le contesté. “Prepárame un desayuno amor” me dice, “claro, ¿qué deseas? Pero en un rato más que aún tengo sueño” y de nuevo se tapó con las sábanas. Fui al baño me asee, y salí a la cocina, allí estaba ella, me sonríe, “¿cómo amaneció el esposo modelo?” Le digo “no tan bien como la esposa modelo”, nos empezamos a reír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario